Los encuentros que la Fnac y la Escuela de Catas de Alicante han institucionalizado ya los últimos jueves de cada mes alrededor de un producto gastronómico tienen el doble atractivo de proporcionar conocimientos y, a la vez, disfrutar de un tiempo de ocio, ameno y agradable.
El producto de la cata de mayo de 2018 lo propuso el sumiller de esta Escuela de Catas y compañero nuestro, Cecilio González, a quien su pasión por los vinos de Jerez le ha llevado a ser también Formador Homologado del vino de Jerez, formación en la que quedó segundo de su promoción.
Cecilio González, el Marco de Jerez
La actividad empezó con una disertación clara y concisa de qué es lo que define el Marco de Jerez: su territorio, que comprende Jerez de la Frontera, Sanlúcar de Barrameda y Puerto de Santa María, que forman el “triángulo mágico” del que habla Cecilio González; sus características de suelo y clima; las variedades, aspecto en es que la Palomino es la hegemónica indiscutible; su proceso de vinificación, explicando perfectamente qué es la flor de velo, clave de los vinos de Jerez; y el sistema de soleras, presentando un resumen de los ítems fundamentales del Marco de Jerez.
Como se hace en todas las CataFnac las explicaciones fueron acompañadas de la cata del producto. Un fino, un amontillado y un oloroso fueron los tres vinos que se probaron pudieron comprobar a la vista, en nariz y en boca las diferencias entre ellos, mientras se comentaban distintos aspectos como por ejemplo lo apropiados que resultan para maridar con comidas (como vinos gastronómicos los definió el ponente) o como la vocación de sus bodegueros de hacerlos ya que las ganancias de estos vinos apenas existen puesto que requieren muchos años para su elaboración y sus precios son bastante asequibles.
